martes, enero 31, 2006

Después del aborto


por la Hermana Paula Vandegaer, LCSW

Cristina tiene 23 años. Terminó la universidad el año pasado y encontró el trabajo de sus sueños en las artes gráficas con un puesto creativo y lleno de desafíos. Como Cristina es bonita y tiene muchos amigos, no le faltan en el trabajo las invitaciones a fiestas. Debía estar feliz y entusiasmada. Después de todo, su vida va tomando el rumbo que ella planeó con cuidado. Pero muy al contrario, se siente muerta y decaída por dentro. Mantiene su trabajo al día, pero no le trae la alegría que pensó le traería. Se siente distante de las esperadas satisfacciones. No se considera tan creativa como era antes, y no comprende la tristeza tenue y lejana que siente a pesar de sus éxitos.

Cristina tuvo un aborto en la universidad. Ella creía tener una relación seria y comprometida con su novio, pero al decirle que estaba embarazada, él no demostró la más mínima alegría por ello. Él le dijo que la decisión era de ella, pero que si quería hacerse un aborto, él lo pagaría. Reconociendo en él una falta de compromiso hacia su bebé y hacia ella, Cristina decidió abortar. Dos de sus compañeras de cuarto habían tenido abortos, y parecían sentirse bien después. ¿Por qué es que ella, por el contrario, se sentía tan deprimida?

La historia de Cristina se repite a diario en las universidades y escuelas secundarias a lo largo del país. Desde 1973, cuando el aborto fue legalizado por la ley Roe contra Wade, se calcula que veintiocho millones de mujeres en los Estados Unidos han recurrido al aborto una o más veces. Estas son mujeres que se sentían confrontadas y sufriendo ansiedad por las circunstancias de su embarazo, y las personas en quien normalmente confiaban como fuente de apoyo en situaciones difíciles, no pudieron, o no quisieron, o no estaban presentes para ayudar con esta crisis del embarazo. Novios, y hasta esposos, dijeron que "no estaban listos para la paternidad". Una mujer a quien le falta el apoyo positivo y el ánimo alentador del padre para ayudar a criar el niño, es más probable que llegue a escoger el aborto.

La sociedad le insinúa a jóvenes como Cristina que el aborto podrá resolver su problema. No dice nada de los problemas creados por el mismo aborto. Los partidarios del aborto pretenden que es un procedimiento sencillo sin impacto permanente. Y las mujeres que ya saben lo contrario no explican, ciertamente no en público, cómo el aborto les empeoró la vida. Se sienten avergonzadas por el aborto, y avergonzadas por no poder simplemente "lidiar con esto" como creen que otras mujeres han hecho. Y así continúa el engaño.

Sin embargo, si la sociedad niega que la madre sienta una pérdida, no así su cuerpo. Dios prepara a una mujer física y psicológicamente para la maternidad. Cuando una mujer está encinta, se siente distinta. A los pocos días de la concepción, aun antes de que el pequeño embrión se haya anidado en la pared del útero, la hormona llamada "factor inicial de embarazo" ya se encuentra en la sangre, avisando a las células del cuerpo del embarazo. Puede ser que a su cuerpo ahora se le antoje distintas comidas, o necesite más descanso. Nuevas células empiezan a crecer en sus senos, células que habrán de madurar y producir leche preparada especialmente para las necesidades del recién nacido. Ella comienza a pensar "bebé". Empieza a fijarse en los bebés en la calle, en la tienda, en la televisión. Puede ser que sueñe con su bebé por la noche, y se imagine fantasías sobre su bebé durante el día. ¿Qué nombre le ponemos? ¿A quién se va a parecer él o ella?

Pero si quiere tener un aborto, tiene que tratar de parar este proceso. Debe rechazar los sentimientos maternales que brotan en su conciencia. Debe creer que lo que está dentro de ella no es plenamente una criatura. Debe frenar el proceso de pensar sobre el bebé como "su bebé".

Pero aunque su mente diga una cosa, su vida emocional y las células de su cuerpo dicen otra cosa. Si ella lleva a cabo el aborto, las propias células de su cuerpo recuerdan el embarazo y reconocen que el proceso de cambio que estaba ocurriendo ha sido terminado de un modo antinatural. Su cuerpo y sus sentimientos le dejan saber que ella es una madre que ha perdido un hijo. No sorprende, por lo tanto, que después del aborto surja un dolor desde lo más profundo de su ser. Tiene una pérdida que llorar, sin embargo no puede permitirse ese lamento. Afligirse sería reconocer que una criatura ha muerto en el aborto, y que ella es en parte culpable por la muerte de su hijo o hija. Esta es una carga demasiado pesada de llevar, y por tanto recurre a la negativa para hacerle frente: niega la humanidad del bebé "no era en realidad un bebé así que no tengo nada de qué lamentarme o sentirme culpable" y niega su sufrimiento emocional. "Debo sentirme bien sobre esto", razona ella. "Todo el mundo lo hace. No debo sentirme así o pensar más en el aborto".

El aborto es una experiencia sumamente antinatural para el cuerpo femenino y para sus instintos maternales. Las reacciones negativas han de esperarse, y no dependen de las creencias religiosas de la persona ni de su salud mental en general. Es verdad que mujeres y hombres con problemas mentales previos o con fuertes creencias religiosas son más susceptibles a los problemas que el postaborto conlleva, pero todas las mujeres que recurren al aborto sufren repercusiones. En un estudio dirigido por Anne Speckhard, Ph.D., el 85% de las mujeres reportaron sorpresa ante la intensidad de sus reacciones emocionales por el aborto. Estas reacciones incluían cierta incomodidad hacia otros niños, sentimientos de culpa, ira, baja auto-estima, depresión, tristeza, uso excesivo de alcohol, llanto, incapacidad de comunicarse, y deseos de suicidarse. Sin embargo, el 72% de los sujetos del estudio reportó no identificarse con ninguna creencia religiosa cuando ocurrió el aborto.

Las reacciones postaborto son específicas y fáciles de identificar. Se originan principalmente por el problema de la negativa y por suprimir los sentimientos. Cuando suprimimos una emoción, esto afecta a todas las demás. Esta es la base del trauma postaborto: la negación de la criatura y la negación de los sentimientos. Esto causa síntomas de experiencia repetida, evasión y tristeza reprimida.

Experiencia repetida: El trauma del aborto puede experimentarse repetidamente de varias maneras. Algunas mujeres tienen recuerdos y visiones del aborto, y tienen sueños del bebé aún no nacido. Algunas sufren intensa angustia psíquica cuando personas o cosas le hacen recordar el aborto, como puede ser ver una mujer encinta o pasar cerca de una clínica de abortos. Puede ocurrir una intensa aflicción y depresión en el aniversario de la fecha del aborto o la fecha marcada para dar a luz a la criatura.

Se pueden dar muchos ejemplos de esta experiencia repetida. Varias mujeres con las que he trabajado tienen dificultad con el examen cervical o al entrar en un hospital. Estas situaciones les causan tal ansiedad que les es imposible tolerarlas. Muchas mujeres que conozco sufren pesadillas sobre el aborto o el bebé. Un estudio de Finlandia que examinó todos los suicidios de mujeres durante un periodo de ocho años, encontró que mujeres que habían tenido abortos se suicidaban a una tasa tres veces más alta que la población general, y casi seis veces más que la tasa de mujeres que habían dado a luz.

Los centros pro-vida de ayuda para embarazos en los Estados Unidos reportan que muchas mujeres llegan al centro de nuevo encintas en el aniversario de la fecha del aborto o de la fecha anticipada para dar a luz a la criatura abortada. Esto puede ser un intento de lidiar con la tristeza de esos días. Un estudio de 83 mujeres postaborto, por Kathleen Franco, M.D. del Medical College de Ohio, muestra lo extendido que está el problema de reacciones en el aniversario. Treinta de las que respondieron habían sufrido reacciones físicas o emocionales en el aniversario del aborto o de la fecha para dar a luz. Se especificaron tales problemas como pensamientos de suicidio, dolores de cabeza, síntomas cardíacos, angustia, abuso de alcohol y drogas, o creciente abuso verbal hacia sus hijos.

Las mujeres también experimentan síntomas de evasión. Se trata aquí de evadir todo lo asociado con el trauma del aborto o de paralizar toda la sensibilidad que existía antes del aborto. Incluye esfuerzos por evadir o negar pensamientos o emociones asociadas con el aborto; esfuerzos por evadir actividades, situaciones o información que pueda causar recuerdos del aborto; incapacidad de recordar la experiencia del aborto o algún aspecto importante de tal. Otros síntomas significativos incluyen un decimado interés por actividades importantes, sentimiento de indiferencia o distanciamiento de personas, separación de las relaciones o reducida comunicación. Para algunas mujeres el alcance de su afectividad se ha reducido tal que son incapaces de tener sentimientos de amor o de ternura.

Cristina, a quien conocimos al comienzo de este artículo, es un ejemplo de las que sufren problemas creados por la evasión. Aunque tiene un buen trabajo y un estilo de vida feliz, precisamente porque no permite que broten los sentimientos de tristeza y de culpa a flor de piel, no puede experimentar la gama completa de sus emociones. Necesita estar siempre en guardia para no recordar el aborto. Como ocurre con frecuencia, la relación con su novio terminó poco después del aborto. No podía continuar relacionándose con él. Las mujeres que han recurrido al aborto se pueden agrupar de esta manera: l) las que sufren reacciones postaborto a un nivel agudo o crónico; y 2) las que no confrontan ningún problema en el presente pero corren el riesgo en un futuro "momento de estrés" (como son un embarazo, una crisis de vida, la muerte de un ser querido). Las reacciones pueden ser severas o leves y pueden variar en el transcurso de la vida.

Es triste que muchas mujeres no buscan ayuda para los problemas relacionados con el aborto hasta alrededor de diez a doce años después del aborto. Durante esos años puede que estén sufriendo profundamente, ya que algunos de los síntomas recurren periódicamente. Puede que traten varios métodos para controlar el consecuente dolor: alcohol, drogas recetadas e ilegales, promiscuidad, hiper-activismo (adicción al trabajo), auto-castigo entablando una relación abusiva o desarrollando enfermedades alimenticias, por ejemplo. Otras pueden tratar de reemplazar el bebé perdido con un nuevo embarazo, y otras repiten tanto el embarazo como el aborto, tratando de que la experiencia se torne rutinaria y sin trauma (o para castigarse). Por desgracia, cada una de estas estrategias produce sufrimiento y problemas adicionales.

Algunas veces la reacción al aborto se demora bastante tiempo. Al madurar y tener oportunidad de reflexionar sobre la vida, llegamos a arrepentirnos de nuestras decisiones pasadas. Los consejeros a veces se encuentran con mujeres de edad avanzada sobrecogidas de tristeza por la pérdida de un hijo en un aborto que ocurrió varias décadas atrás, un dolor que ha estado enterrado, más o menos con éxito, hasta ese momento. Una amiga me contó hace poco de una mujer de setenta y cinco años que ella conocía, que lloraba desconsolada por un aborto que había ocurrido hacía más de cincuenta años. La mujer nunca había podido tener otros hijos y se enfrentaba a la perspectiva de vivir el resto de sus años en soledad.

Poco más de una cuarta parte de las mujeres (de 15 años o más) en Estados Unidos ha tenido un aborto. Las mujeres, y todos los que participan en la decisión de abortar, deben creer, o tratan de creer, que no había vida humana presente en el seno materno. Porque admitir que sí, es admitir ser cómplice en la eliminación de un ser humano inocente. Condenar el aborto implica condenarse a sí mismo o a la esposa, hija, hermana o amiga amada. Y así es que la sociedad se niega a reconocer los hechos incontrovertibles sobre la vida humana antes de nacer.

Muchas personas cercanas a la mujer con crisis en el embarazo se sienten perturbadas ante la decisión de abortar, pero no saben qué decir. Quieren apoyar y no juzgar, y entonces dicen algo así: "Estás en una situación difícil y yo te apoyaré sea cual fuere tu decisión". La respuesta que ayuda, la respuesta acertada debería ser: "No recurras al aborto. Yo no te abandonaré. Juntos encontraremos la vía para que puedas tener tu bebé".

La siguiente historia verídica ilustra cómo el aborto hiere a otros además de la criatura y la madre. Juana y Roberto (nombres ficticios) se casaron y tuvieron hijos. Beto perdió su trabajo, y cuando ya casi se les acababan sus ahorros, ella quedó embarazada. Juana creía que debía hacerse un aborto. Pero Beto le rogó repetidamente que no lo hiciera. Juana estaba muy dudosa y decidió buscar el consejo de su madre, a quien consideraba buena católica y alguien que ella admiraba.

La madre de Juana la escuchó detenidamente y con tono compasivo le dijo: "Entiendo lo que estás sintiendo, y por qué quieres recurrir al aborto. Yo también pensé en el aborto durante algunos de mis embarazos, y comprendo por qué consideras que tiene sentido en esta situación. Yo apoyaré cualquier decisión que tomes". Juana pensó que su madre le había dado permiso para el aborto, así que lo llevó a cabo. Poco después, Beto consiguió un nuevo trabajo, su situación financiera mejoró, y Juana experimentó una profunda reacción de tristeza, angustia y culpa cuyo cuidado requería intervención psiquiátrica activa. Ella sentía una gran ira no hacia su esposo quien se opuso al aborto sino hacia la madre que había esperado que la detuviera. El aborto afectó a la familia entera a la relación matrimonial, a los otros niños que supieron que un hermanito o hermanita había sido abortado, a la relación con su madre, y con otros parientes que supieron o adivinaron la situación. Beto se había sentido frustrado, incapaz de proteger la vida de su hijo, y creía que Juana había perdido la confianza en la capacidad de él de sostener a su familia. El aborto le enseñó a todos que en esta familia no había tanta seguridad y cercanía como habían creído. Ellos habían permitido sacrificar un miembro de la familia antes que ayudarse unos a otros con un préstamo u otra asistencia. El aborto deshizo la seguridad de la familia de un modo más permanente que los problemas financieros hubieran podido causar.

La Iglesia católica por largo tiempo ha reconocido el impacto funesto que tiene el aborto en las mujeres y sus familias. Mientras que la ley y la sociedad plantean los intereses de la madre en oposición a los de la criatura aún no nacida, la Iglesia reconoce que los mejores intereses de ambos siempre van unidos. Lo que es mejor para el niño es también lo mejor para la madre.

El Proyecto Raquel comenzó hace quince años como un medio de la Iglesia católica de alcance a las mujeres, hombres y familias afectadas por el aborto. La Iglesia es lugar para sanar. Habla la verdad sobre el aborto a los hombres y mujeres que contemplan esta acción: "¡No lo hagas! Es un mal grave y te herirá a ti y a tu bebé". Pero también proclama la verdad completa: "Si has tenido un aborto, la misericordia de Dios es tan grande que te perdona aun eso". Jesús ofrece perdón y sanación. Él ofrece la esperanza y la promesa de la resurrección, y la reunión con el niño que espera a sus padres en el cielo.

A las personas que acuden al Proyecto Raquel se les refiere a consejeros profesionales o a sacerdotes especialmente preparados para la dirección espiritual y para el sacramento de la Reconciliación. Pero prácticamente todos en la Iglesia somos parte del Proyecto Raquel. Todos somos parte del ministerio de sanación de Cristo. Puede ser que tú conozcas a alguien que crees que ha tenido un aborto. Nunca debes acusar o interrogar. Una palabra sencilla puede llegarle al corazón y liberarla del temor y del aislamiento para comenzar el proceso de sanación.

Puedes decir algo así como, "Tú sabes, acabo de leer un artículo sobre el trauma postaborto. Decía que las mujeres y hombres que han recurrido al aborto pueden sufrir, durante muchos años, remordimiento, depresión, angustia, pesadillas y preocupación a causa de su decisión. Muchas veces se creen que algo malo les está pasando, pero en realidad están sufriendo dolor por la pérdida de su niño". Luego puedes explicarles que la Iglesia tiene un ministerio llamado Proyecto Raquel, como una vía de sanación. Sencillamente dar información a la gente puede ser de gran ayuda. Reza para que eventualmente ellos lleguen a hablar con alguien. En una reflexión especial a "mujeres que han recurrido al aborto", en Evangelium Vitae (El Evangelio de la Vida), el Papa Juan Pablo II explica cómo sus vidas pueden transformarse por el ministerio de sanación en la Iglesia:

Se darán cuenta de que nada está perdido y podrán pedir perdón también a su hijo que ahora vive en el Señor. Ayudadas por el consejo y la cercanía de personas amigas y competentes, podrán estar con su doloroso testimonio entre los defensores más elocuentes del derecho de todos a la vida. Por medio de su compromiso por la vida, coronado eventualmente con el nacimiento de nuevas criaturas y expresado con la acogida y la atención hacia quien está más necesitado de cercanía, serán artífices de un nuevo modo de mirar la vida humana.

Evangelium Vitae, 99

La Hna. Paula Vandegaer es una trabajadora social con licencia clínica, directora ejecutiva de International Life Services, y editora de la revista Living World. Traducción: Marina A. Herrera, Ph.D., Bethesda, Maryland
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Adopcion Espiritual

domingo, enero 29, 2006

Rescatan a un bebé de dos meses que flotaba dentro de una bolsa de plástico

(PD/Agencias).- Es la foto triste de la jornada, la versión brasileña de la historia de Moisés. Las imágenes del suceso, grabadas por un joven brasileño aficionado al vídeo, muestran a varias personas que utilizan un largo palo de madera para recuperar una bolsa de plástico negra que flotaba en el agua en el lago Pampulha.


Tras sacar la bolsa y depositarla en la orilla, sacaron de su interior a una niña de unos dos meses de edad, mojada pero en buen estado de salud.

"Oí algo que parecía el sonido de un gato", aseguró a la cadena de televisión Globo José da Cruz, uno de los rescatadores. "El sonido se fue haciendo cada vez más fuerte, por lo que llamó mi anteción", dijo.

La niña, que parecía bien alimentada y llevaba un vestido rosa, tenía la ropa mojada y estaba fría, pero no ha sufrido graves daños. Un pequeño tronco de madera colocado dentro de la bolsa en la que estaba la pequeña evitó que el bebé se hundiera.

"Su estado de salud es bueno", aseguró la doctora Claudia Guimaraes. "Es un milagro que haya sobrevivido al calor y que no se haya hundido", señaló.

Las autoridades locales se han hecho cargo del bebé, que está ingresado en el hospital, y están llevando a cabo una investigación para tratar de localizar a sus familiares y averiguar cómo acabó en el lago.

Según informa la versión online del diario O Globo, la madre ha sido ya localizada y conducida a comisaría, donde estaría tratando de explicar lo ocurrido.



Adopcion Espiritual

viernes, enero 27, 2006

Católicos llegan a la cima del Aconcagua con un solo mensaje: “No al aborto”



Católicos llegan a la cima del Aconcagua con un solo mensaje: “No al aborto”


CORDOBA, 26 Ene. 06 (ACI).- El pasado 12 de enero un grupo de peregrinos del movimiento de Schönstatt llegó a la cima del nevado Aconcagua, ubicado en los Andes que dividen a Argentina y Chile, con la consigna de hacer un llamado pro-vida. Al cumplir su hazaña, exhibieron un gran cartel que decía “SÍ a la vida desde la concepción. NO al aborto. NO a la píldora del día después”.

Fueron 14 los peregrinos de Schönstatt que emprendieron el ascenso al nevado más alto de América, “un sueño acuñado 4 años atrás y que fueron alimentando con distintos campamentos, escaladas y convivencias, preparándose para ‘robarle la cumbre al Cerro’”, como cuenta Santiago Luque Columbres, ingeniero industrial de 25 años, miembro de la Juventud Masculina de Córdoba y activo misionero de la Virgen Peregrina de Schoenstatt; que ascendió al nevado con su padre y cuatro de sus hermanos, con el apoyo incondicional de su madre y sus otras siete hermanas.

Santiago explica que lo más importante para esta expedición Aconcagua 2006, además de un buen estado físico para resistir la altura, fue la preparación espiritual. Durante todo el año 2005 la consigna para esta peregrinación fue considerar “cada negación a la comodidad de uno mismo” como “un paso más” para “la trepada del Aconcagua”.

La subida a la cumbre empezó a las 3 de la mañana y tomó diez horas llegar a la misma. Superaron el frío, la deshidratación, el cansancio y demás obstáculos que “no son otra cosa que los que la vida misma te va poniendo y a los que tienes que vencer. Esta experiencia fue un claro reflejo de lo que es tener un ideal alto, en la cual te acompañan también miedos e inseguridades que vences en la compañía de Dios, con la tutela de la Mater, a quien expresé mi mayor agradecimiento en cuanto toqué ‘la Cruz de la Cima’”, como afirma Luque.

Ya en el lugar, desplegaron el cartel pro vida que llevaron para hacer un llamado por la defensa del no nacido, de los miles y miles de niños que son asesinados en todo el mundo con el aborto.


Adopcion Espiritual

Un colegio concertado de Tetuán tiene en sus clases a un 92 por ciento de inmigrantes

El centro escolar concluyó en el puesto 204 entre los 1.150 colegios que realizaron las pruebas de nivel de la Comunidad el curso pasado

MARIO DÍAZ

MADRID. En el colegio San Antonio, en el distrito de Tetuán, los profesores pronuncian con fluidez un ramillete de nombres que hasta hace unos años no eran nada comunes en sus aulas: «¿Estás contento, Douglas?», «¿Y tú, Mohamed?», «¿Hace cuánto que llegaste a España, Kristine?». Como tantos otros en Madrid, este centro se ha convertido en un espejo de nuestra nueva sociedad, aunque en el San Antonio los contrastes aún son más acusados.

Y es que este ajado colegio es uno de los tres centros de la región, tanto públicos como privados, con más número de alumnos inmigrantes en sus clases -un 92 por ciento-, unos alumnos que han salvado un centro que iba camino de su desaparición. La masiva presencia de niños de fuera, además, no ha influido para que sus chavales aprendan igual -o incluso mejor-que otros alumnos de Madrid.

Lo dicen los datos de la prueba de nivel que el Gobierno regional puso en marcha el curso pasado en los 1.150 colegios de la Comunidad y que pasaron los estudiantes de sexto de Primaria. Los escolares del San Antonio obtuvieron un 6,73 final, una nota que les situó entre los mejores clasificados, «por delante de prestigiosos colegios que no sacaron las notas que esperaban los padres de los alumnos», destacó el consejero de Educación, Luis Peral, de visita ayer en el San Antonio.

Peral volvió a romper una lanza a favor de la evaluación continua y se mostró convencido de que los resultados académicos no están relacionados ni con el nivel económico de los alumnos ni con su origen: «Los que llegan, tras salvaguardar las diferencias con los alumnos que ya estudian, como el idioma, se integran perfectamente y aprenden, quizá esforzándose incluso más porque saben que la educación es su único instrumento para mejorar».

Adriana y Diana, dos niñas de Bolivia, lo saben bien. Ayer, mientras en su clase seguían con la materia diaria, se esforzaban para ponerse al día con uno de los dos profesores destinados a ello en el aula compensatoria. «Aún no se han acostumbrado mucho, aquí vienen como las cebollas, con muchas capas de ropa», bromea la profesora.

En todos los colegios de la región hay 205 de estas aulas destinadas a que los niños que llegan de fuera se adapten al ritmo de sus compañeros. En el San Antonio, además, durante media jornada, un especialista se ocupa de integrar a los nuevos escolares.

«Hay un plan de acogida para integrarles, pero no hay problema en eso, aunque sí en la escolarización: llegan sin el nivel que queremos en España», afirma el director del colegio, Luis Peña, reclamando «más personal», para que el éxito demostrado por sus alumnos en las pruebas de nivel no sea una simple anécdota y se confirme el convencimiento del consejero de que las aulas con niños inmigrantes no han de rendir a menor nivel que las demás.

«Los profesores se han volcado»

En el éxito cosechado por el San Antonio han jugado un papel básico los propios profesores, que «se han volcado en el esfuerzo de sacar adelante a estos alumnos», añade el director. Hasta ahora, 9 profesores se ocupan de las 6 unidades de Primaria (con 141 niños en total) y de las 3 de Infantil (76 alumnos más). Seis profesores más se ocupan de las aulas compensatorias, de la integración -tres- y de las materias como inglés o gimnasia -otros tres-.

La visita de ayer del consejero no fue en balde, y el director recibió el compromiso de que un nuevo profesor se incorporará a las aulas compensatorias, «probablemente este mismo curso», afirmaron fuentes de Educación.

Mucho han cambiado las cosas en el colegio San Antonio desde que abrió sus puertas, en 1948. A mediados de los 90, con sus bodas de oro a la vista, pasó su peor momento: sus aulas, como las de todos los colegios del país, estaban bajo mínimos. «Hubo momentos en que peligró por la falta de niños», explica Manuel Muñoz, superior de los capuchinos que rigen este centro concertado y párroco de la iglesia anexa.

«A partir de 1995 comenzó el mayor «boom» de la inmigración y esas plazas se fueron cubriendo por inmigrantes», comenta el director. «Simplemente resolvimos las necesidades educativas reales», añade el padre Muñoz.

105.000 inmigrantes escolarizados

En la Comunidad hay actualmente unos 105.000 alumnos inmigrantes escolarizados, niños como Luis, Álex, Noelia, Donna o Christian, todos ellos de primero de Primaria del San Antonio. «Nos lo pasamos muy bien, hacemos muchas cosas, jugamos, somos todos amigos, pero más de David, que hoy no ha venido», explica atropelladamente Luis, de 7 años, ecuatoriano, interrumpido constantemente por el resto. Alex también es ecuatoriano, mientras que Noelia es marroquí y Donna, filipina. Son sólo tres de las 17 nacionalidades que se dan cita en las gastadas paredes de este colegio.

«Lo que más tenemos son chicos de Ecuador, pero también colombianos, marroquíes, argentinos..., y a todos les tratamos de educar basándonos en nuestro ideario y en el respeto y la convivencia», enumera el director, convencido de que la variedad de su alumnado es «una riqueza y no un problema», aunque sin olvidar las dificultades en la que se deben involucrar, «con medios y personal», las instituciones.

En sexto de Primaria sólo hay un alumno español en la casi treintena de chavales, Álex. «Estoy encantado -dice con timidez-, me gusta tener a compañeros que hablen distinto».

Adopción espiritual

miércoles, enero 25, 2006

Planificación Familiar Natural


¿Qué es la Planificación Familiar Natural?

La Organización Mundial de la Salud define los Métodos Naturales como aquellos métodos que se basan en la observación y reconocimiento, por parte de la mujer, de las fases fértiles e infértiles de su ciclo ovárico y en la abstinencia en la fase fértil, si la finalidad es aplazar temporal o definitivamente una gestación. La metodología del trabajo está basada en el protocolo "Learning Package for Family Fertility Education" (1978) de esta organización y actualizada con los diferentes protocolos de las organizaciones mundiales más avanzadas como la IEEF y la WOOMB.


- Ventajas de la Planificación Familiar Natural:

1. Ayuda al hombre y a la mujer a asumir conjuntamente la responsabilidad de su fertilidad.

Los métodos utilizados en la Planificación Familiar Natural son métodos cooperativos, que involucran a ambos cónyuges en la decisión responsable de la elección del número de hijos, ya que conllevan la abstinencia periódica asumida libremente, en un clima de comunicación y respeto por parte de ambos miembros de la pareja.

2. Sigue las leyes biológicas de la reproducción , respeta la vida en su comienzo y no conlleva efectos secundarios.

Debido a que dichos métodos se adecuan al ritmo biológico de la mujer, no alteran sus procesos fisiológicos ni interfieren en su salud.
Los Métodos Naturales permiten prescindir del uso contraceptivo de hormonas, dispositivos mecánicos, procedimientos quirúrgicos, etc. Respetan la vida desde su comienzo.

3. Aumenta el autoconocimiento.

La mujer que utiliza los Métodos Naturales reconoce los cambios físicos que tienen lugar durante su ciclo; por tanto es más consciente de la responsabilidad de su maternidad y, al mismo tiempo, es capaz de detectar precozmente cualquier anomalía ginecológica que se pueda presentar (infecciones vaginales, spottings...).

4. Fomenta la capacidad de autocontrol.

Puesto que la enseñanza de los Métodos Naturales dedica una parte importante a la educación en el uso responsable de la sexualidad, se potencia el ejercicio del autocontrol, aprendiendo, cada uno de los miembros de la pareja, a acoplar el ejercicio de su sexualidad al ritmo del otro.

5. Se aprende fácilmente tras el seguimiento de un curso de enseñanza.

Los Métodos Naturales no son complicados y se aprenden con facilidad. Eaconsejable empezar su aprendizaje en la etapa prematrimonial, en condiciones normales de fertilidad, lejos de situaciones de stress. Sin embargo, también pueden aprenderse en cualquier circunstancia de la vida fértil de la mujer. En un 95% de los casos, las mujeres son capaces de reconocer su fertilidad después de tres ciclos de aprendizaje en los cursos establecidos. Dichos cursos incluyen temas de anatomía y fisiológía, así como de sexualidad.

6. Aplicable en todas las circunstancias y condiciones socio-culturales.

Las normas de los Métodos Naturales se adecuan a las diferentes situaciones de fertilidad, ya que la mujer reconoce, en cada ciclo, los días fértiles (que pueden variar de un ciclo a otro). Por tanto la mujer aplicará en las diferentes situaciones de su vida fértil (ciclos irregulares, lactancia, premenopausia...) las reglas adaptadas a dichas circunstancias.
Experiencias multicéntricas en diferentes paises han demostrado que pueden llevarse a cabo en distintas culturas y religiones ya que se basan en la naturaleza psicobiológica del hombre y especialmente de la mujer. Por su bajo costo pueden utilizarse, incluso, en situaciones socio-económicas desfavorables.

7. Puede utilizarse para conseguir o evitar un embarazo.

A diferencia de los métodos anticonceptivos, los Métodos Naturales pueden utilizarse indistintamente para aplazar temporal o definitivamente una gestación, o para conseguirla. Son Métodos apropiados para aquellas parejas que se encuentran en situaciones de sub-fertilidad, ya que al reconocer los días de máxima fertilidad aumentan las probabilidades de conseguir un embarazo.


8. Tiene un alto índice de eficacia.

La eficacia de un método de planificación familiar natural se mide con el Índice de Pearl (Nº de embarazos no planeados en 100 mujeres que utilicen los Métodos Naturales durante 1 año). I.P. Teórico del Método de la Ovulación Billings 2,8. I.P. teórico de los Métodos Sintotérmicos 0,44-1,35. Dicha eficacia es comparable a la de la contracepción oral. La eficacia práctica se corresponderá con la eficacia teórica siempre que los usuarios aprendan y apliquen bien el método.

Para más información ver: Actividades y cursos para usuarios


Adopcion Espiritual

martes, enero 24, 2006

TAMBIÉN MUEREN MUJERES POR ABORTO NO CLANDESTINO



Juan Domínguez

Una mujer muerta tras un aborto clandestino se convierte fácilmente en una bandera para la legalización del aborto. ¿Quieren ustedes que sigan muriendo mujeres por abortos practicados de mala manera en sitios sin condiciones? Pero luego resulta que también mueren mujeres por abortos legales realizados en clínicas bien acondicionadas.

Y, curiosamente, acaba de ocurrir en una clínica cuyo director médico es Pere Enguix, un pionero en la defensa del derecho al aborto en España, por lo que fue procesado en los años ochenta.

El 27 de mayo falleció en la clínica Acuario de Beniarbeig (Alicante) una mujer china de 31 años tras haberle sido practicado un aborto en el segundo trimestre del embarazo (la noticia no especifica en qué semana del embarazo estaba). La causa alegada para el aborto fue el riesgo para la salud psíquica de la madre. La mujer no despertó de la anestesia general.

La noticia añade que se le practicaron las pruebas habituales y las comprobaciones que realiza el anestesista antes de operar, y precisa que el centro cuenta con unidad de reanimación.

Enguix ha declarado que fue "un accidente quirúrgico en una intervención, como puede producirse en una apendicitis o en una hernia". Hay una cierta diferencia: la apendicitis te lleva a la muerte si no se opera, mientras que el embarazo lleva naturalmente a una nueva vida, si no hay nadie que intervenga para provocar la muerte del feto.

Esta trágica muerte pone también de relieve la permisividad con que hoy se aborta en España. Basta invocar que existe un riesgo para la salud psíquica de la madre, para que el aborto sea legal sin plazo alguno. Y casi todos los abortos se realizan al amparo del peligro psíquico para la madre. Lo que está claro es que en este caso el aborto ha sido mucho más peligroso que el supuesto riesgo psicológico que pretendía evitar.

Seguro que ahora también Pere Enguix –al que se presenta como "muy afectado" por lo ocurrido– está sufriendo un trastorno emocional que puede poner en riesgo temporalmente su salud psíquica.

Pero no debería preocuparse. Si el aborto no estuviera legalizado, el caso de la mujer china daría lugar a reportajes sobre los riesgos que sufre la mujer, denuncias de una ley "hipócrita", críticas contra el negocio de los abortos clandestinos, encuestas sobre la necesidad de reformar la ley vigente... Pero hoy día en España lo arriesgado es atreverse a proponer la reforma de la ley, no vaya a perturbarse nuestra tranquilidad psíquica.

Fuente: Juan Domínguez colabora con la excelente revista electrónica Vivir en Familia (edición 18/03), que se publica en el Uruguay, de donde fue tomado este artículo. Para suscribirse, diríjase al siguiente email: ferola@adinet.com.uy.


Adopcion Espiritual

domingo, enero 22, 2006

La atracción del zoo son tus hijos



Alan Paul cuenta en un artículo (When the Big Attraction At the Zoo Is You) su experiencia en el zoo de Pekín, que visitó en compañía de sus tres hijos. Después de librarse de los vendedores que les asaltaron nada más bajarse del taxi -"la escena de tanta carne fresca fue irresistible para ellos"- e intentar orientarse en un zoo sin mapas, sin recorridos y sin las "equis que señalan Vd. está aquí", comenzó a notar que los demás visitantes les miraban, se paraban ante ellos, sonreían, cuchicheaban.
Pensó que quizás les sorprendían los rasgos occidentales, los ojos azules y el pelo rubio de sus hijos. Los visitantes se fueron acercando: "Ni hao, ni hao (hola, hola)", saludaban a su hija de cinco años, Eli. Un padre le pidió tomarles una foto. Otras dos mujeres hicieron lo mismo: "Estaban entusiasmadas y me agradecieron efusivamente que les permitiera fotografiar a mi hija junto con las suyas". ¿Qué estaba ocurriendo?, se pregunta Paul. "Lo que estaba ocurriendo era nosotros". Al poco tiempo estábamos rodeados por un anillo de gente que nos miraba, sonreía, tomaba fotos. "La pequeña Eli se divertía; mi siguiente hija, Anna, parecía un poco avergonzada pero no le disgustaba la escena; Jacob, de siete años, estaba empezando a incomodarse, se me acercó y me dijo al oído: 'Papá, vámonos de aquí'".

Nos movimos, continúa Paul. "Un hombre mayor trató de ayudarnos pero no conseguía entender que buscábamos el acuario, a pesar de mis gestos. Miró a mis hijos y contó con sus dedos: "Eee, Ahr, Sun (uno, dos, tres), entonces me dedicó una amplia sonrisa, levantó el pulgar y me apretó la mano vigorosamente". Se trataba de eso: "Tener tres hijos en China llama mucho más la atención que el pelo rubio y los ojos azules".

Paul sigue diciendo que intentó explicar a sus hijos porqué se habían convertido en la atracción del zoo. "'En China, las familias solo pueden tener un hijo'. Los ojos de la pequeña Eli se abrieron y comprendí que temió de pronto que nos tuviéramos que librar de ella y de Anna. 'Pero tranquila, es solo para los chinos', le dije".

The Wall Street Journal (para suscriptores)


Adopcion Espiritual

sábado, enero 21, 2006

Para que´sirve un colegio

Enrique Monasterio
interrogantes.net


El colegio debe servir para aprender a leer, escribir, hablar, a pensar, a rezar, a amar y a contemplar.

SABER LEER no es recorrer las líneas de un texto o tartamudearlo en voz alta. Tampoco se trata de dramatizarlo, ni de rumiarlo con gesto ceñudo. Es sòlo sintonizar con el pensamiento del que esacribe. ¿Cuàntos adultos crees que estarìan en condiciones de leer en voz baja un párrafo sencillo, digamos de veinte líneas, y a continuación explicar con precisiòn su contenido?

Deberíamos hacer la prueba, y comprobaremos que la mayor parte de los cursos de técnicas de estudio podrían sustituirse por simples clases de lectura.

SABER ESCRIBIR no equivale a manejar una computadora. En la era de la computadora, muchos universitarios presentan sus trabajos la mar de emperifollados y casi sin erratas; pero redactan como analfabetos. Escribir es encontrar el vocablo justo para el momento justo; es dejar en el papel una huella dolorida, alegre, melancólica, airada o cínica, pero en todo caso auténtica. O, simplemente, saber contar en diez líneas cómo es esta habitación.

SABER PENSAR tampoco es sencillo. El problema reside en que pensamos con conceptos, y los conceptos están unidos a las palabras. Ahora dicen que vivimos en la civilización de la imagen. Se nos pasará pronto, porque con imágenes no se piensa.

La imagen es agresiva, elemental, plana; fomenta la pereza, conmueve, pero no dialoga.......Las imágenes necesitan de las palabras para tener sentido. Sin ellas no son nada. La palabra, en cambio, llega al fondo del espíritu, llama al reflexión y al trabajo, excita la inteligencia y demanda respuestas, emplaza el diálogo. Una palabra vale más que mil imágenes.

Cada día manejamos menos vocablos. Eso significa que el pensamiento se empobrece, que somos más manipulables.

SABER HABLAR casi es lo mismo. Quien no sabe decir lo que piensa, lo más probable es que no piense. Hay libros que enseñan a perorar en público; pero ninguna técnica sirve para decir algo cuando el cerebro está vacío, o para poner en orden un cacumen embrollado.

En todo caso sí que hacen falta clases de expresión oral, o como quiera que se las llame, porque la máquina que Dios nos ha dado para pensar, se alimenta y lubrica con palabras. Un vocabulario bien nutrido y un cierto arte en el manejo del lenguaje pueden bastar para ponerla en marcha.
Pero hablar es sobretodo comunicarse con el prójimo: tener engrasadas las entendederas y las explicaderas; estar en condiciones de trasmitir, boca a boca, ideas, sentimientos, afectos y desafectos, alegrìas y dolores. Por medio de la palabra uno aprende a ser persona; sin ella no somos capaces de amar.

SABER AMAR, sin embargo, es algo más. San Juan lo escribe en su primera carta: hijos míos, no amemos de palabra ni de boca, sino con obras y de verdad. Difícil asignatura. Y es que los niños no aman, se apegan. Los adolescentes, más que amar, se enamoran, que no es lo mismo. Y sólo cuando matan el pavo y se comen están en condiciones de entregarse, de desvivirse, con ternura y dolor, con pasión y generosidad: eso es amor.

En estos últimos años muchos padres y casi todos los colegios parecen haber renunciado a educar la afectividad de los niños. Quizá suponen que lo sano es dejarla a la intemperie, para que se exprese indiscriminada y hemorrágicamente. O quizá han delegado en la tele tan ardua tarea. El caso es que el planeta se está llenando de adolescentes crónicos, súper precoces en lo sexual e inmaduros en el amor.

SABER REZAR es tener el corazón abierto y los oídos limpios para escuchar al Señor. Es también dejar un sí al borde mismo de los labios para que se nos escape sin querer. Rezar es entrar en la órbita de Dios y compartir la intimidad con ÉL. No hay forma más elevada de comunicación y de amor.
Quien no haya rezado nunca casi no es humano. Por eso un colegio que no fomente la oración, no educa: mutila y deforma.

Y, por último, CONTEMPLAR. Es la asignatura más importante. El cielo será contemplación y la tierra también puede serlo. Si enseñáramos a los niños a ver un cuadro o un paisaje; a gozar con una tormenta, un poema, un atardecer o una melodía; a mirar a los ojos de los amigos y de las amigas; a enamorarse de la belleza más que de la exuberancia metabólica del prójimo, ¡Ay si lográramos todo eso....!

¿ Sólo eso?

Bueno, si da tiempo, también matemáticas



Adopcion Espiritual

Subtipos clínicos del Síndrome postaborto


Existe una larga lista de síntomas conectados con el aborto. A pesar de que no sabemos cuándo una mujer se ha hecho un aborto antes de que ella lo confiese, el objetivo de esta contribución es dar al consejero o psicólogo algunas directivas para suponer la existencia de un aborto, con una buena probabilidad de aciertos.

No todos los síntomas indicados pertenecen a un mismo grupo. Surgen diferentes en momentos distintos, según las etapas cambiantes en la vida de una mujer. El Síndrome postaborto - SPA -por sí mismo, cuando no se le trata, tiene una evolución natural (como cualquier otra enfermedad), de acuerdo a su propia dinámica.

Una vez consciente de ello, expondré lo que las observaciones clínicas me han enseñado. El aborto entre las mujeres jóvenes presenta diferentes síntomas que aquellos observados entre las mujeres mayores de treinta años.

1. Entre las del primer grupo (adolescentes y jóvenes), SPA presenta síntomas bastante diferentes a los de las del segundo grupo (mujeres mayores). Mi propósito es poner énfasis en aquellos síntomas que puedan llevar a la presunción de un aborto. Ellos son promiscuidad, intentos de suicidio, y/o autocastigo. En otras palabras, cuando una joven acude a la clínica, si después de una primera entrevista reconozco estos tres síntomas juntos, pienso en el aborto. Evidentemente ella no imagina que estoy sospechando un aborto y no le preguntaré sobre ello. No estoy diciendo que si se encuentran estos síntomas exista la seguridad absoluta del mismo. Solamente digo que estos tres síntomas están presentes frecuentemente en una mujer que ha abortado, y no desecharé esta idea hasta que no se demuestre lo contrario. Por supuesto que no siempre es fácil demostrarlo, principalmente cuando la paciente se encuentre quizás en una etapa de negación. A pesar de que la idea de un aborto estará en mi mente durante la psicoterapia, prefiero no presionar a la paciente y mucho menos preguntarle sobre el tema. Mi objetivo es establecer una buena empatía, y, si la respuesta fuera el aborto, tarde o temprano sería manifestado por ella. Mientras tanto se podría ir tratando otros aspecto de su vida. La experiencia me ha enseñado que, si se invade su intimidad, probablemente abandonará la psicoterapia; y existen dos razones para ello. La primera es que, si la suposición es incorrecta, se sentirá acusada o incomprendida en cuanto a su problema real. La segunda es que, si se ha hecho realmente un aborto, se sentirá forzada a ampliar un tema que es incapaz de manejar.

2. Por otro lado tenemos al grupo adulto (mayores de treinta años). En este grupo voy a hacer incapié nuevamente, en aquellos síntomas que, si se presentan todos juntos, me alertarán sobre un posible aborto en su pasado. Ellos son: divorcio/separación, depresión y/o angustia. Más frecuentemente, la mujer ha pasado previamente por un tratamiento psicológico. Estos síntomas se podrán obtener en la primera entrevista. Como en el caso de las jóvenes, se deberá proceder con la misma cautela con respecto a las mayores, para no alarmar a la paciente.

Tanto las jóvenes como las del grupo adulto, temen hablar sobre sus respectivos abortos, aunque por motivos diferentes. Las primeras ni siquiera pueden pensar sobre ello, o "qué dirá él/ella (el consejero) cuando se lo cuente". Las segundas tienen miedo, porque su experiencia, a través de los años, ha sido la de que nadie valora su problema y, por lo tanto, no tiene sentido exponer su intimidad sin expectativas de solución. Quizás han pasado por una psicoterapia, y le han contado al terapeuta sobre su aborto, y él/ella no lo valoró o lo subestimó. En vista de ello concluye: "No hay salida, nadie me tomará en serio", "no tiene sentido intentarlo una vez más", y la soledad continúa con la existencia de este secreto patogénico inconfesable.

Conclusión: SPA se presenta de manera diferente de acuerdo a la edad. Los síntomas reunidos en ambos grupos pueden observarse en cualquier grupo, pero más frecuentemente como se detalla anteriormente. Esto ayuda al profesional a suponer un aborto antes de que la paciente lo confiese, y podremos tomar las precauciones necesarias para ayudarla.

Características frecuentes

TIPO A (Adolescentes y Jóvenes)
promiscuidad
intentos de suicidio
y/o autocastigo

TIPO B (Mujeres mayores de treinta)
divorcio/separación
depresión y/o angustia
tratamiento psicológico-psiquiátrico previo.
Factores descuidados en el proceso de cicatrización


Antes que nada debemos recordar que el aborto, si lo tomamos en cuenta, podría ser un síntoma de trastorno de la personalidad o puede ser un "life event" (algo que le sucedió), que, en una mujer normal puede causar una patología. La actitud del consejero debe diferir de acuerdo a estas dos clases de pacientes. Si la mujer ha tenido un trastorno mental previo, debe ser derivada a un psicólogo, preferentemente consciente del poder etiopatogénico del aborto. Si la paciente ha sido siempre una persona normal, el consejero puede ayudarla a manejar su problema sin la necesidad de un profesional.

Una vez aclarado este punto, mi propósito es subrayar algunos factores no tenidos en cuenta, del proceso de cicatrización del aborto. Haremos incapié en dos puntos fundamentales. El primero: ¿Por qué no es suficiente la confesión sacramental para cicatrizar la herida? El segundo: ¿Qué significa "perdónate a tí misma"? Para contestar la primera pregunta es conveniente identificar algunos hechos frecuentes. La experiencia me indica que, si una mujer confiesa a un sacerdote su aborto sin ningún "proceso psicológico" previo, aunque reciba el perdón de Dios, se sentirá, de todas maneras, culpable. ¿Por qué? La respuesta es simple. La disposición interior de la penitente (en nuestro caso, la mujer que se ha hecho un aborto), es inadecuada debido a que probablemente juzgará su pecado en términos generales. Los términos generales son abstracciones que, de alguna manera, no tienen conexión con la persona. Por ejemplo, no es lo mismo acusarse a uno mismo en estos términos: "Padre, aborté" (¿qué significa "aborto" para ella en su estado psicológico actual?), que hacerlo en estos términos: "Padre, maté a mi bebé". En el segundo ejemplo la mujer está hablando de sí misma, sin ninguna disposición sutil de defensa. Esto es exactamente lo que se necesita para una confesión correcta, la que a su vez es necesaria para recibir la Gracia de Dios. En el primer ejemplo, hablar en términos generales es una forma sutil de defensa, en la cual la mujer no lo manifiesta a sí misma (en su estado psicológico subjetivo, ¿qué está confesando?). De esta manera está confesando "un" aborto, pero no "mí" aborto. Esta diferencia parece no tener importancia a simple vista, pero teológicamente está bien fundamentada (ver Cardenal Joseph Ratzinger: Informe sobre la Fe), y en mi experiencia he observado que los resultados son realmente diferentes.

¿Cómo opera el "proceso psicológico" en la mujer? El proceso psicológico no es más que una forma de ayudarla a afrontar el problema en términos reales, de hacerla revivir, sentir y expresar lo que hizo en el momento del aborto. Una vez que este proceso opera a través de su experiencia y la hace "ver" lo que ella no quiere ver, se sentirá más dispuesta para la confesión. Es probable que, si juzga su pecado verdadero en "mis términos", la confesión será más efectiva. En otras palabras, cualquier sutil disposición interna de defensa hacia la confesión, significa defensa hacia la Gracia de Dios, por lo tanto, una cicatrización real sería imposible.

En mi propia experiencia, el proceso psicológico se realiza utilizando el Sueño Diurno Dirigido. Esta técnica es sumamente útil para trabajar en un conflicto psicológico utilizando representaciones simbólicas. Por ejemplo, luego de un ejercicio de relajamiento, pedir a la mujer que imagine (con los ojos cerrados) un "viaje por el interior del cuerpo humano", y solamente dejar que su imaginación vuele libremente. Por lo general es conveniente aplicar esta técnica con la imagen del "viaje por el interior del cuerpo humano", luego de otras sesiones con imágenes "inocuas", con el objetivo de que la paciente se acostumbre al ejercicio de relajamiento y al "dejar volar" de la imaginación. En la sesión siguiente se discute la historia imaginada la semana anterior. Generalmente, la mujer será capaz de encontrar el significado real de las representaciones simbólicas vistas en la "sesión de sueño", de modo que el proceso de cicatrización revelará que la mujer estaba negándose, y así podrá afrontar su conflicto en un encuentro cálido. Se puede decir mucho más sobre esta técnica. Solamente la menciono sin intención de imponerla, y mucho menos de que cualquiera que lea este trabajo se sienta preparado para aplicarla. (Para un exposición más detallada, ver: "Análisis de la Secuencia Histórica", por Magda Arnolds, o los libros de Robert Desoille.)

Todo lo que se ha dicho ha sido con el fin de preparar a la mujer para una confesión fructífera, el paso último y definitivo de la cicatrización. La segunda pregunta, ¿qué significa "perdónate a ti misma?", es otro obstáculo sutil a superar. En muchos casos, luego de una sesión de Sueño Diurno Dirigido y de la confesión subsiguiente, la mujer continúa perturbada y sintiéndose triste. Esto puede ocurrir por muchas razones, pero una de ellas (la cual puede ser tratada durante la psicoterapia), es perdonarse a sí misma. La causa fundamental por la que una persona no se perdona a sí misma es el orgullo. Una persona muy orgullosa no se permite cometer un solo error, y si lo hace, lo reconocerá con mucho dolor. En la Edad Media, Santo Tomás de Aquino escribió: "¿Podemos odiar la verdad?", y contestó: "Sí, si la verdad hiere mi orgullo". Para la mujer que ha abortado, el orgullo puede estar aún funcionando enmascaradamente dentro de ella, y ésta puede estar diciéndose a sí misma cosas como:

¿Cómo pude ser tan tonta?", "No puedo creer estar haciendo cosas tan terribles", y todo tipo de pensamientos de desvalorización propios que continúan hiriéndola, no permitiéndole manejar su problema. Obviamente, todo este tipo de "charla consigo misma" es una consecuencia de su orgullo, y el orgullo solamente podría ser combatido por medidas espirituales. En otras palabras, la tristeza de nuestros pecados (luego de la confesión), es orgullo, y el remedio para ello es confesar el pecado de orgullo, en la situación real de la cual deriva.

Nota final: El orgullo se encuentra en el centro del proceso de cicatrización de dos maneras: la primera, no dejando ver a la mujer crudamente lo que ha hecho. La segunda, no dejando que ella se perdone a sí misma. De hecho, perdonarse a sí mismo significa que la persona está "viendo" la situación real sin ninguna defensa interna. De otra forma, ¿de qué se estaría perdonando? Por lo tanto, como un círculo vicioso, el perdón de Dios y el perdón de sí mismo operan mutuamente en interacción. La Biblioterapia es un método útil a poner en práctica con mujeres que no tienen formación espiritual. Libros simples y agradables como los de Fr. Benedict J. Groeschel, cap., por ejemplo, Stumbling Blocks or Stepping Stones (Spiritual Answers to Psychological Questions), Paulist Press, podrían constituir el primer paso en un proceso de conversión.

Recientemente fue traducido al español y publicado un excelente libro para los que aconsejan a la mujer que ha abortado y está arrepentida, titulado "Un Camino Hacia la Esperanza", para adquirirlo diríjase a Vida Humana Internacional en Miami. V.H.I. también distribuye un magnífico video sobre el tema titulado "Queridos Hijos".

Por el Dr. Pablo Verdier
Nota: El Dr. Pablo Verdier es psiquiatra y reside en la Argentina. Desde hace algún tiempo se ha dedicado a tratar el síndrome postaborto.

Adopcion Espiritual

El aborto mancilla la dignidad de la mujer

Seglares católicos españoles salvan la vida a miles de niños. Ofrecemos en esta página una entrevista con la Presidenta de ADEVIDA, doña María Teresa Segura, sobre esta labor que hace posible que muchos niños se salven del aborto

Sucesivos Gobiernos de España, de uno y de otro signo, han promovido o ignorado leyes que despenalizan y, como se comprende, animan al aborto. Un homicidio en el que se dan las condiciones tipificadoras del asesinato: premeditación, alevosía, ensañamiento y, en no pocos casos, precio. Estudio previo, incapacidad de defensa de la víctima, daño colateral innecesario y, en cuanto a precio, basta mirar a algunas clínicas que lo practican.

Recogida de firmas, manifestaciones públicas y objeciones médicas, expresiones del sentir social y la ética no han logrado frenar tan singular ejemplo de verdadera violencia doméstica, que tanto preocupa, sobre las más inocentes víctimas. La Asociación de Víctimas del Aborto ha hecho público, recientemente, un informe en el que denuncia la falta de apoyo y de información sobre alternativas, que han sufrido la inmensa mayoría de las mujeres ante un embarazo no deseado, lo que, para ellas, ha constituido una gran presión para acabar con la vida de sus hijos.

En defensa de tan inermes condenados, cuyas muertes alimentan negocios millonarios, surgieron ya hace años entidades y movimientos que, animados por convicciones morales o siquiera humanitarias, trataron de amparar a madres dispuestas a abortar, movidas en muchos casos por circunstancias familiares, económicas o sentimentales.

Parece oportuno insistir en este tema, citar y exaltar una de estas organizaciones por su contenido cristiano, su labor social, y la abnegación de quienes la integran. Se trata de ADEVIDA. Sus miembros, católicos firmes, ayudan por igual a creyentes, ateos, de cualquier raza, nacionalidad o tendencia. La Asociación en Defensa de la Vida nació en 1979. Las paredes de su sede en Madrid están literalmente tapizadas con fotos de bebés, y ahí es donde su Presidenta, doña María Teresa Segura de Tafur, nos recibe:

¿Podría calcular los niños nacidos, salvados por ustedes de un aborto seguro, en estos 26 años?
Al principio no llevábamos la cuenta. Desde luego, más de 21.000. Por ejemplo, el año 2003 nacieron, gracias a Dios, 1.530. En 2004 fueron 462 niñas y 495 niños. Total, 957. En 2004 se ha atendido a 2.983 gestantes. Los casos nuevos han sido 1.618 durante ese año. Los casos de seguimiento atendidos durante ese mismo año, el 2004, han sido 14.011.

¿Seguimiento?
Tres veces por semana, dos pediatras y una médico general hacen un reconocimiento a los niños, desde su nacimiento hasta los 12 meses. Han sido atendidos 6.998 niños durante el último año. Aparte de eso, contamos, para atender a las madres, con servicios de psicología, pedagogía, asesoría jurídica, y talleres de formación. Cuando una madre da a luz no se la puede dejar sola. Tratamos de ayudarla por todos los medios. Tenga en cuenta que el beneficiario no es sólo el niño, por salvar su vida, sino la mujer, porque se exalta y no se mancilla su dignidad.

¿Cuántas personas atienden este centro de ADEVIDA?

Trabajan voluntariamente 28 asesoras en turno de mañana y tarde, y 12 colaboradores. Pero no se puede usted figurar la cantidad de gastos que hay: alimento materno-infantil, medicinas, residencias, ropa infantil y, en ocasiones, hasta cochecitos, cunas, sillas… Además de asociados y donantes, nos ayudan Cruz Roja, la Soberana Orden de Malta, congregaciones religiosas, parroquias, asociaciones, la Corte de Honor de la Almudena, la Consejería de Empleo y Mujer de la Comunidad de Madrid, la Dirección General de la Juventud de la Consejería de Educación… Y también, cómo no, el Ayuntamiento de Madrid. ¡Toda ayuda es poca!

Recuerdo una película hecha por un médico americano, en la que se confiesa autor arrepentido de algo así como siete mil abortos. Su difusión pública podría ser un disuasor social.
Sí. Se titula El grito silencioso, y es escalofriante. Su autor, el doctor Nathanson, la hizo pidiendo que nadie repita su pasado, que aborrece públicamente. Intentamos que la exhibiera TVE y se negaron. Como sólo dura 10 minutos, solicitamos que la difundieran, pagando nosotros su tiempo como publicidad, y se negaron también. Confieso que no nos ha sorprendido.

¿No temen que aumente el número de mujeres que acude a ustedes?
¡Dios lo quiera! ¡Que vengan todas las madres que tengan dudas o miedos ante su embarazo! Nunca nos faltarán medios. El Señor de la Vida y María, nuestra Madre, están con nosotros.

Juan Mayor de la Torre
Adopción espiritual

jueves, enero 19, 2006

El aborto aumenta el riesgo de problemas mentales



Un estudio neozelandés revela que el 42% las mujeres que han abortado antes de los 25 años han sufrido depresiones

18-01-2006
006/06

Según un estudio neozelandés publicado en el "Journal of Child Psychology and Psychiatry", cuando una mujer joven aborta, se incrementa significativamente el riesgo de padecer problemas mentales. Según los investigadores, el 42% de las mujeres que se habían sometido a un aborto antes de los 25 años experimentaron una depresión en los cuatro años siguientes.


El estudio (1) está dirigido por David Fergusson, psicólogo y epidemiólogo. Los datos del estudio están tomados del seguimiento de una cohorte de 1.265 niños desde que nacieron en Christchurch (Nueva Zelanda) en 1977. Los investigadores comprobaron que el 41% de las mujeres que permanecían en la cohorte habían quedado embarazadas antes de cumplir 25 años y que el 14,6% habían abortado.

Aquellas que habían abortado tenían una tasa significativamente mayor de problemas mentales. Esa tasa del 42% de depresiones casi duplica la de las mujeres de la misma edad que nunca han estado embarazadas y es un 35% más que las que decidieron seguir adelante con el embarazo. Otros problemas detectados, aparte de la depresión, son ansiedad, tendencias suicidas y abuso de alcohol o drogas.

Fergusson, que se declara ateo y partidario del aborto, dice que él ha sido el primer sorprendido por los resultados, pero que hubiera sido una grave "irresponsabilidad científica" no publicarlos, a pesar de que pudieran provocar controversia. "Por hacer un paralelismo, si hubiéramos descubierto un efecto secundario negativo de un medicamento, tendríamos la obligación ética de publicarlo", dice. No obstante, no ha sido fácil: "Tuvimos que acudir a cuatro publicaciones, lo cual es insólito pues normalmente aceptan nuestros estudios a la primera", afirma el profesor ("The New Zealand Herald", 5-01-2006).

Al parecer, es frecuente que los investigadores que trabajan en la relación entre aborto y salud mental tengan una perspectiva favorable a la vida y sean acusados de llegar a conclusiones basadas en "pruebas poco sólidas o en sus creencias religiosas". "Nadie puede acusarme de eso –dice Fergusson–; estoy a favor del aborto pero es probable que haya revelado unos datos que favorezcan la perspectiva pro-vida. No actúo al dictado de intereses ideológicos: hago lo científicamente posible con un problema difícil".

El equipo reconoce que no esperaban encontrar ninguna relación entre aborto y enfermedades mentales, pero ha sido al revés. Si no han esquivado el fuego de las críticas ha sido porque la salud de la mujer está en juego. "Es escandaloso que una operación quirúrgica que se realiza en una de cada diez mujeres esté tan poco estudiada y evaluada", afirma Fergusson.

Una de las críticas al estudio es que no es totalmente concluyente. Esto irrita al profesor: "Nada en la ciencia es totalmente concluyente: es acumulativo. Nuestro estudio demuestra una fuerte relación entre someterse a un aborto y padecer una enfermedad mental", concluye. Fergusson mantiene que los resultados no pueden discutirse alegando que esas mujeres tenían ya problemas mentales. "Sabíamos qué personas tenían esos problemas antes de que estuvieran embarazadas. Hemos tenido en cuenta su contexto social, educación, etnia, la salud mental previa, el haber sufrido abusos sexuales y otros factores". El estudio continuará el próximo año, para averiguar más detalles sobre la influencia del aborto.

En Nueva Zelanda se realizaron 18.211 abortos en 2004, el 98% por riesgo de la salud mental de la mujer. Pero el estudio ahora publicado pone en cuestión precisamente que el aborto pueda mejorar la salud mental. Un paso más en el razonamiento del profesor le lleva a que la idea de que el embarazo puede provocar riesgo para la salud mental está "basada en conjeturas". Nadie ha examinado la relación entre coste y beneficios. "Si la legislación se basa en razones sanitarias, se debe estudiar más a las mujeres que han abortado", concluye.

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(1) "Journal of Child Psychology and Psychiatry", vol. 47, n.º 1, enero 2006, pp. 16-24.



Adopcion Espiritual

lunes, enero 16, 2006

Pasé del negocio del aborto a la defensa de la vida


Dra. Beverly McMillan
"Me decía a mí misma: ¿Qué estás
haciendo? ¡Esto es un cuerpo humano!".
La Razón 12.01.06
Después de una larga experiencia

La historia de Beverly McMillan es la historia del regreso a la fe desde una visión de la vida y la ciencia absolutamente agnósticas. Nació en el seno de una familia católica tradicional pero, cuando comenzó a estudiar Medicina, abandonó la Iglesia: "Pensaba que Dios era irrelevante para la Ciencia". Durante años, a Beverly le iba "muy bien" sin la fe. Cuando se licenció, acudió a la Clínica Mayo para especializarse en Obstetricia y Ginecología: "No sólo me sentía útil", reconoce McMillan, "sino que me consideraba una persona buena. Así que, ¿quién necesitaba a Dios o a esa arcaica Iglesia?". Como médico residente, le enviaron seis semanas al ala de Obstetricia del Hospital de Cook County en Chicago. Sorprendida, Beverly se encontraba cada noche con más de veinte mujeres que acudían allí: eran "clientes" de los centros de abortos clandestinos de Chicago. "Llegaban sangrando, con fiebre alta y presentaban úteros ensanchados", recuerda. McMillan y el médico interno tenían que llevar a cabo otra operación de dilatación y curetaje para poder extraer los restos infectados del feto que la clínica ilegal había dejado en el interior del útero.

Después de cientos de casos similares, la ginecóloga, desde su agnosticismo ferviente, concluyó que la legalización del aborto era la solución: "Yo quería que la profesión médica empezara a ofrecer procedimientos seguros a las mujeres que los necesitaran". Así que, cuando en 1973 el Tribunal Supremo legalizó el aborto en EE UU, McMillan se hizo con una máquina de succión y se ofreció a practicar supresiones del embarazo en el primer trimestre. Dos años después, casada y con tres hijos, puso en marcha una clínica abortista en Jackson, la primera además en todo el estado de Mississippi. Su vida privada iba bien, y el trabajo en la clínica era abundante. Pero, a pesar de sus éxitos, Beverly se vio sorprendida cuando se planteó el suicidio: "No sabía qué era lo que no funcionaba en mi vida. Tenía un buen coche, una gran casa, tres hijos saludables, toda la ropa que podía desear. Había conseguido todo lo que quería", explica Beverly. Pero una parte de sí misma le decía que algo no iba bien.

Pero algo no iba bien

"Basura" religiosa. Acudió a una librería "secular", donde compró un libro titulado "El poder del pensamiento positivo". Al final del primer capítulo, el autor presentaba un decálogo de diez puntos para conseguir una actitud positiva. El séptimo punto revolvió sus esquemas: "Yo lo puedo todo en Cristo porque Él me conforta". Fue entonces cuando Beverly cerró el libro: "No me gustaba esa "basura" religiosa", reconoce. Pero días después, de camino al trabajo, se sorprendió recitándo el séptimo punto. Y de repente, Beverly comprendió que no estaba sola. Repitió aquella frase cientos de veces aquel día. Y por fin, todo comenzó a cambiar. Su trabajo en la clínica, tiempo antes sencillo y gratificante, comenzó a ser difícil y doloroso: "No entendía por qué. ¡No había leído nada en la Biblia referente a no practicar abortos! Lo que pasaba es que el Espíritu Santo estaba comenzando a trabajar en mí", reconoce Sally. Se le hacía cada vez más duro tener que reconocer en los restos de abortos las extremidades, el cráneo o la columna vertebral. "Me decía a mí misma: ¿Qué estás haciendo? ¡Esto es un cuerpo humano!".

Beverly empezó a asistir a misa y, en 1978, se bautizó y abandonó la clínica abortista. En 1989, la ginecóloga fue invitada al II Encuentro de Ex Abortistas celebrado en el hotel Marriot O'Hare de Chicago, donde relató este testimonio. A partir de ese momento, su conocimiento médico sobre fetología comenzó a ser esclarecido con las Escrituras: "Fue entonces cuando comencé a compartir mi historia, mi paso del negocio del aborto a la defensa de la vida".



Adopcion Espiritual

Sindrome Post Aborto


1. ¿En qué consiste?

Entre los médicos, psicólogos, psiquiatras e incluso sacerdotes es bien conocido el llamado “síndrome post aborto” (“P.A.S”: “Post-Abortion-Syndrom”). Designa el cuadro patológico que comprende un conjunto de síntomas fisiológicos, psicológicos y espirituales desencadenados tras la realización de un aborto.



2. ¿Quién lo padece?

Afecta fundamentalmente a las mujeres que han abortado, pero también se verifica (en distintos grados) en todos los demás que han intervenido en el hecho: el padre de la criatura, los médicos y la persona que aborta. Los síntomas que se manifiestan están en relación directa con las razones por las cuales se abortó, el tiempo del embarazo, la relación entre los padres de la criatura, etc.

3. ¿Cuáles son sus síntomas?

Especificando más detenidamente podemos enumerar los siguientes síntomas:

1.- Síntomas de pesar y dolor. Toda pérdida genera un estado de duelo; y es mucho más difícil superar el dolor de un aborto provocado que el de un aborto espontáneo, producido por la misma naturaleza, y esto por varias razones: la persona se sabe culpable de la pérdida, no tiene posibilidades de visitar el cuerpo del niño, ha existido un trabajo de autoconvencerse de que no se trataba de un ser humano (curiosamente este trabajo de autoconvencerse deja en la persona un mayor sentimiento de culpa, porque sabe que ha tenido que buscar argumentos para justificar un acto al que no le inclinaba espontáneamente su conciencia).

Cuando el dolor no se superan, conduce a la depresión. La depresión puede alterar el sistema inmunológico, y con esto se aumenta el riesgo de contraer infecciones e incluso, en casos extremos, se ha constatado el inicio de procesos cancerígenos. También ha ocurrido que personas, que han caído en estados depresivos agudos, se han transformado luego en personalidades psicóticas.

2.- Sentimiento de culpabilidad. En muchos estudios se ha observado que cuando no hay sentimiento de culpa, se suele dar una tendencia al alcohol o a la drogadicción; en cambio, cuando hay sentimiento de culpabilidad se suele caer en estados depresivos, que se manifiestan en grandes tristezas, llantos, visión negativa y pesimista del mundo circundante. Cuando el sentimiento de culpa es muy grande lleva a sentimientos de pánico y autodestrucción.

3.- La agresividad. Un efecto del conflicto desatado por el aborto es la agresividad de la mujer hacia los que han intervenido en el aborto: el médico, el novio o esposo, los parientes o amigos que la empujaron al acto, e incluso contra sí misma. De alguna manera descarga así el sentimiento de culpabilidad contra sí misma y el sentimiento de víctima respecto de los demás.

4.- Incertidumbre afectiva. Parte de las dudas en la toma de decisión sobre el aborto gira en torno al amor o deseo natural del niño del que está embarazada la mujer. Sabe intuitivamente, aunque no lo quiera hacer reflejo, que su acto abortivo contradice su amor natural.

5.- La interrupción abrupta del ciclo hormonal. En las mujeres hay ciclos y ritmos naturales relacionados con el embarazo y caracterizados por modificaciones en los procesos hormonales, que terminan de modo natural al culminar todo el proceso de la maternidad ; es decir, que van desde el momento de la ovulación hasta la finalización del tiempo de amamantamiento del bebe. Los cambios hormonales dictaminan alteraciones de orden físico, psicológico y emotivo. Cuando se interrumpe el proceso de modo abrupto, como ocurre en el aborto, tiene lugar en la mujer un trastorno notable, con efectos en todos esos órdenes: físico, afectivo, psicológico y relacional; estas perturbaciones pueden ir desde las depresiones en el orden emotivo, hasta la constatación médica de mayores tendencias a adquirir cáncer de mama, pasando por problemas de integración social y familiar.

6.- La “conciencia biológica”. Es una constatación de muchos psiquiatras. Cito el testimonio del psiquiatra Karl Stern: “No pocas veces vemos que en los casos en que una mujer comete un aborto artificial, digamos en el tercer mes de la gestación, este acto parece no tener consecuencias psicológicas. Sin embargo, seis meses después, precisamente cuando el bebé habría debido venir al mundo, el sujeto cae víctima de una grave depresión o incluso de una psicosis. Ahora bien, acerca de esto se observan dos circunstancias curiosas. La depresión se produce aun sin que la mujer se dé cuenta conscientemente de que “ahora es el momento en que habría debido nacer mi bebé”. Además, no es necesario que la mujer desapruebe el acto de interrupción del embarazo, ya que su profunda reacción de pérdida, (que no va necesariamente unida con una preocupación consciente por el parto fallido) coincide con el tiempo en que éste hubiera tenido lugar.

7.- El sentimiento de fracaso como madre y problemas relacionados. A veces, para llenar el vacío, tiene lugar un deseo vehemente de querer reemplazar al niño perdido; pero este deseo se mezcla con la sospecha y el temor de no saber desempeñarse como madre, o de no poder relacionarse con el bebé de manera correcta, o de no saber criarlo. También ocasiona miedo respecto de los hijos futuros, por ejemplo: miedo a maltratarlos; a veces esto ocasiona la decisión de no tener más hijos. Algunos estudios muestran también que algunas mujeres, que han abortado, tienen problemas reales para llevar adelante posteriores maternidades: tienen problemas para amamantar a sus hijos, reaccionan con miedo o agresividad ante el llanto de sus bebés, e incluso una especie de rechazo (ocasionado por el miedo), y como éste es percibido instintivamente por el bebé, genera sentimientos de abandono. A veces, como no quieren dañar al niño y tienen conciencia de no saber tratarlo, terminan mandándolo desde muy pequeño y sin ninguna necesidad a guarderías infantiles.

8.- Otros problemas. Los estudios a los que hacemos referencia indican también otros síntomas propios de este “síndrome”, como por ejemplo: alteraciones de diversa índole en el sueño (pesadillas persistentes), crisis de identidad, desconfianza, sentimiento de cinismo (conciencia de la inocencia perdida) e incluso, enfermedades psicosomáticas como anorexia y bulimia.

Por todo esto, hay que decir que los problemas ocasionados por el aborto no son de ninguna manera puramente emotivos y pasajeros, sino que tienen un fundamento real en la pérdida voluntaria y culpable de un ser humano indefenso sobre el que se tenía la responsabilidad de la maternidad/paternidad.



Adopción espiritual

Provida Valencia: memoria



El centro de acogida a la vida de Provida Valencia atendió a 500 mujeres a las que prestó ayuda material, social y humana ante o postparto.

Durante el año 2005, gracias a la labor del centro de acogida nacieron 106 bebés que de no existir Provida probablemente hubieran sido condenados al aborto.

La cifra de suscriptores del servicio de noticias ProvidaPress subió a 4.650. Se trata del servicio de noticias provida en español más difundido y requerido por los medios.

Nuestro servicio de distribución gratuita de dvd y videos de material provida llegó a 1.300 colegios y asociaciones de toda España.

La red de apoyo al centro de acogida en Valencia ciudad se amplió a 322 farmacias y 22 colegios.

Esperamos aumentar todas estos números durante este año. Gracias de nuevo por tu ayuda y apoyo.

Adopcion Espiritual

sábado, enero 14, 2006

El problema del aborto en una pareja de estudiantes


Raúl, 23 años, estudiante: “Ni miramos la ecografía. Era de seis semanas. En dos horas abandonamos la clínica”.


Primera persona
Raúl, 23 años, estudiante
“Ni miramos la ecografía. Era de seis semanas. En dos horas abandonamos la
clínica”.

La historia: Un embarazo no deseado

Los protagonistas: Raúl y Rosa. Estudiantes.

Sus edades: 20 años (ella), 23 (él)

El desenlace: Un aborto ¿evitable?


“Me considero un chico como tantos”

Soy un estudiante normal. Me gusta viajar, el deporte, escribir, la música.
Divertirme con mis amigos... Soy de izquierdas. Me siento comprometido con las personas más desfavorecidas y no soporto las injusticias. He sido voluntario en varias ong´s .

Desde los 17 años mantengo relaciones sexuales. En todo momento he tenido precauciones. Usando preservativo estaba seguro. Así me lo habían transmitido mis amigos, los anuncios de la televisión, la sociedad... Y los compraba en farmacias porque me fiaba más”.

“ Empecé a salir con Rosa: conectamos enseguida”

Conocí a Rosa tras romper con otra chica. Conecté pronto con ella: me comprendía y no se enfadaba cuando yo necesitaba salir solo con mis amigos. Con ella estaba -estoy- muy a gusto. Al mes y medio de salir juntos “surgió” tener relaciones sexuales.

La historia trágica vino después. Se debió romper el preservativo sin darnos cuenta y tuvimos la mala suerte de que coincidió con sus días fértiles. Otras veces, si notábamos que algo no iba bien, cambiaba de preservativo o parábamos porque ya no nos apetecía seguir. Pero esta vez fue distinto.

“A los dos meses de conocernos, tuvo una falta”

Rosa tuvo su primera falta. Ella me decía: “Tranquilo, ya me vendrá (la regla); algunas veces he tenido retrasos”. Pero los días pasaban y a las tres semanas la acompañé a la farmacia para hacer el test del embarazo. Dio positivo. No me lo quería creer pero ella estaba embarazada.

Rosa se puso a llorar y yo estaba perplejo pero la abracé, la besé y le dije que estaba con ella y que no la iba a dejar. Sólo llevábamos dos meses saliendo –estaba conociéndola- y esto nos parecía tan poco tiempo que nos
influyó para no seguir adelante con la gestación. ¿Qué hacemos? ¡Como diga algo en casa me matan!”, me dijo ella.

Mi madre me había en varias ocasiones: “Si dejas a una chica embarazada me das el mayor disgusto de mi vida”.Así que me callé ¿Cómo iba a explicarles que sí, que estaba esperando y sólo con 20 años? Teníamos mucho miedo.

“No dijimos nada en casa y fuimos a la clínica”

Optamos por no explicar nada a nuestros padres y solucionarlo por nuestra cuenta. Pensé que es la chica la que debe decidir si quiere continuar con la gestación y el chico tiene que apoyar su decisión. (Han pasado siete meses y ahora creo que el chico tiene mucho más que decir). Al día siguiente nos volvimos a ver. Le dije es que no me separaría de ella de ningún modo. “Yo ahora no me veo preparada para ser madre”, me dijo. Yo le respondí que si ella no lo quería tener, no tendría por qué hacerlo. También pensé que cuanto antes procediéramos al aborto antes nos libraríamos del problema y que había que actuar rápido: había oído que al avanzar el embarazo había mayor peligro para la salud de ella.

Dos días después estábamos en la recepción de una clínica pidiendo una cita para la interrupción voluntaria del embarazo. (Cuando recuerdo el momento, se me pone un nudo en la garganta). Nuestra actitud era de resignación. Un amigo a quién consulté me dijo que abortar era lo mejor.

Tras varias preguntas, la enfermera nos dijo que Rosa estaba de cinco semanas. Y que “en ese estado costaba 300 € con anestesia local y 390 € con anestesia general”. Elegimos la segunda y pagamos la factura a medias y por adelantado con nuestros ahorros. Tuvimos cuatro días de espera que los pasamos resignados convencidos de que no teníamos otra solución. Yo me sentía como atontado, sin poder pensar con claridad. A Rosa le pasaba lo mismo. Sólo se lo contó a un par de amigas”. También recuerdo con los pelos de punta cuando ella me dijo que sentía mucho que yo estuviera pasando por todo esto por su culpa...

“No quisimos ni mirar la ecografía. En dos horas se acabó todo”

Esa mañana nos saltamos una clase y quedamos para ir a la clínica. Antes de la intervención nos entrevistó un psiquiatra para asegurarse de que ella no deseaba seguir adelante con el aborto. Un análisis de sangre y una revisión ginecológica y... es la parte más dura. Recuerdo tener los ojos vidriosos y tristes. Entonces vino la ecografía (era la primera del embarazo). Yo no quise mirar la pantalla del ecógrafo. No quería guardar esa imagen. Ella, por su posición, tampoco pudo ver nada. “Está aquí; es una gestación de seis semanas”, dijo el médico.

Mientras esperaba en la sala, pensé que la quería y me sentía muy culpable de que estuviera pasando por esto. Pronto me dijeron que ya podía verla. La enfermera nos explicó que tenía que permanecer allí hasta que se acabase el suero: una hora y media, si se encontraba bien. Se encontraba perfecta y sólo le escocía un poco. Al cabo de un rato, se levantó, se vistió y en cuanto estuvo bien, nos fuimos. Unos antibióticos y una revisión a los 10 días y todo acabó. ¡Ya se había pasado todo en menos de 3 horas y a los cinco o seis días de saber que Rosa estaba embarazada!.

A partir del mes, empezamos a sentirnos mal

A la semana, parecía que estábamos bien de ánimo. Ni siquiera lloramos, y nuestra relación siguió adelante. Pensamos que íbamos a tratar de darle la menor importancia, que no nos iba a volver a pasar esto jamás. En realidad, sientes que te has quitado un problema de encima los primeros días. Sin embargo, a partir del mes, en los dos comenzó a aflorar un sentimiento de culpa por lo que habíamos hecho. Algo nos decía que podíamos haber tomado otra decisión. Te sientes aludido por mil cosas: no paras de ver embarazadas por la calle, en las películas todo te suena a embarazo, a hijos... Siento que antes me veía a mí mismo como una buena persona y ahora no me veo así, aunque creo que tengo un buen corazón.

“Rosa pasaba noches enteras sin dormir. Yo también”

En casa me notaron más triste pero nada más. No quería salir de copas con mis amigos, no me apetecía jugar al fútbol...

Parece mentira que sólo hayan pasado unos meses desde aquello pero me hedado cuenta de que ahora pienso de una forma muy diferente. Ahora sé que mimadre, a pesar del disgusto, me habría ayudado. En aquel momento creí que nuestros padres pasarían mucha vergüenza y les iba a afectar a su imagen social. Más que el dinero y el coste de tener un hijo, me aterraba que mi relación con Rosa fuera mal y el niño estuviera en medio.

Veo todo diferente y, por ahora, no hemos vuelto a tener relaciones sexuales. En esto estamos de acuerdo los dos. No tenemos ninguna prisa, queremos cuidarnos, mimarnos, ponerle mucha calma a nuestra vida. Deseamos de algo tan negativo, sacar algo bueno. Hemos llegado a la conclusión de que hemos hecho mal con lo del aborto, y eso lo vimos al mes de hacerlo. Ahora lo que quiero es verla sonreír. Y si volviera a pasar, se lo diríamos a nuestros padres.

“Tres meses después tuve que pedir ayuda”

¿Cómo salí de todo esto? Tres meses después del aborto tuve que buscar ayuda. Incluso, pensé en ir a un psicólogo. Al final, recurrí a un cura que conocía en mi parroquia que se portó genial conmigo e intentó comprenderme y echarme una mano. Fue una auténtica terapia para mí. ¿Qué me queda? Intentar ser el de antes: ayudar, hacer reír a mis amigos. También crear nuestra propia familia. En esto estamos de acuerdo Rosa y yo”.

Sumarios

“Se te bloquea la mente, no puedes pensar, ni analizar lo que te ocurre. Sólo deseas que el problema desaparezca”.

“Cuando pasan las semanas, rebobinas y analizas: ¿No nos habrían ayudado nuestros padres? ¿Hemos hecho lo mejor? “

Los datos

. En España, se practican al año 85.000 abortos voluntarios.

. Un 50 por ciento de los embarazos en adolescentes, menores de 20 años, acaba en aborto.

.El 59 por ciento de las mujeres que abortan tienen altas probabilidades de sufrir problemas psiquiátricos.

. El 25 por ciento de las mujeres que abortan ya había abortado antes.

Quién te ayuda

Si estás embarazada y quieres seguir adelante, pero necesitas ayuda acude a...

Ong´s:

.Fundación Madrina: 902 323329 www.madrina.org

Adevida. En Madrid: Campomanes,10. Tel: 91 15482526. En Barcelona:Bonaplata, 42. Tel: 93

www.nomassilencio.com

www.vozvictimas.org

www.redmadres.org

Adopcion Espiritual

Los pro vida rescatan un niño de la muerte a las puertas de un centro abortista



El matrimonio se dirigía, con su hija de dos años en brazos, hacia la clínica abortista Dátor. La mujer estaba embarazada de once semanas y no querían tener otro hijo, principalmente por asuntos económicos. Un grupo provida les esperaba en la puerta del centro médico para convencerles de que no lo hicieran. Después de una conversación y una comida fueron a hacerse una ecografía. Escucharon el latido del corazón del niño y los provida les prometieron ayuda para criar a su hijo. Mientras, el director de la clínica se dirigió a la Policía. “Echen a esos gilipollas, que el 70 por ciento de nuestros clientes de hoy ya ha faltado a la cita”, les dijo.


Iba a morir y se ha salvado. El hijo de un matrimonio que acudía al centro Dator de Madrid a abortar vivirá gracias a un grupo de activistas pro vida que les convenció y que se ocupa ahora de esta familia.

“Operación rescate” es como los activistas pro vida denominan al acto por el cual salvan la vida de un niño que va a ser abortado disuadiendo a su madre para que no lo haga. “Operaciones rescate” se efectúan mucho más a menudo de lo que se da a conocer en los medios de comunicación.

Frente a los 84.985 abortos que se practicaron en España en 2004, los miembros de las fundaciones, asociaciones y organizaciones pro vida ayudan a muchas madres a que salven la vida de sus hijos y no se sometan a un aborto.

Uno de estos activistas que es, además, gerente del Foro Español de la Familia, es Rafael Lozano, cuyo activismo por la vida data desde principios de los años 80, cuando conoció a Jesús Poveda, el gran impulsor de los pro vida en España.

Lozano explicó que la “Operación rescate” está inspirada en una actividad similar que se realiza en Estados Unidos y que consiste en situarse frente a los centros abortistas y realizar una sentada pacífica en la calle con el fin de llamar la atención de quienes asisten a abortar para tratar de disuadirles, y así ‘rescatar’ tanto a la madre como al niño.

Lozano rescató el pasado 28 de diciembre a un matrimonio que acudía a la denominada ‘clínica’ Dator a abortar acompañado de su hija de dos años.
Adopcion Espiritual

jueves, enero 12, 2006

Entrevista a Pilar Gutiérrez, de No Más Silencio


La iniciativa internacional No Más Silencio, formada por mujeres que han sufrido las secuelas de un aborto provocado, y que se dedican a divulgar los estudios científicos del llamado síndrome post aborto (SPA) ha comenzado sus actividades en España.

Durante el próximo mes de septiembre, No Más Silencio ofrecerá el primer Encuentro Terapéutico del SPA, que tendrá lugar en Madrid del 17 al 19, y en el que intervendrá la especialista norteamericana Celia Ryan.

Pilar Gutiérrez, directora de No Más Silencio España, explica en esta entrevista concedida a la agencia Veritas los intereses económicos y políticos que impiden a las mujeres conocer las consecuencias del SPA, así como la manera de superarlas mediante tratamiento.

-¿Qué es el síndrome post aborto?

- Pilar Gutiérrez: El SPA es la pena psicológica que sufren las mujeres después de abortar, una pena interna que ninguna ley puede despenalizar, pues forma parte de una Constitución que está por encima de las leyes de los hombres: la Ley Natural, la Ley por la que todos estamos constituidos.

La pena que constituye el SPA lleva al suicidio siete veces más que el parto, por muy indeseado que éste sea. En otros casos, ocasiona graves trastornos mentales y sociales que pueden durar toda la vida: psicosis, depresión, insomnio y pesadillas, angustia, alcoholismo, drogadicción, promiscuidad o frigidez, anorexia y bulimia, violencia doméstica, autolesiones, etc.

Una larga serie de síntomas que detallamos en nuestra página www.nomassilencio.com, creada para informar a la sociedad, con datos científicos, de la gravedad de este trastorno.

-¿Qué incidencia tiene en nuestro país?

- Pilar Gutiérrez: No hay por el momento estudios epidemiológicos sobre la incidencia del SPA en España, pero suponemos que será similar a la de los demás países donde ha sido estudiado: un 91% de las mujeres que han abortado, tarde o temprano sufren alguna de las secuelas propias del SPA. Este dato está reconocido por la misma multinacional abortista, la Federación Internacional de Planificación Familiar (IPPF) en su "Plan Trienal y Programa de Objetivos a Largo Plazo, 1990-1993".

Recientemente hemos visto que coincidía con el porcentaje de mujeres que decían sufrir estas secuelas en llamadas a Radio Nacional con ocasión de la presentación del informe del CSIC sobre embarazos adolescentes en España: más o menos un 90% de afectadas, entre los testimonios que toda España pudo escuchar en "Las Mañanas", de Radio 1, el día 7 de julio.

-¿Por qué a pesar de estar descrito en manuales de psicología y psiquiatría, no tiene casi divulgación en España?

- Pilar Gutiérrez: Obviamente por motivos políticos, porque hay muchos intereses, tanto políticos como económicos asociados a la permisividad del aborto.

No en vano el negocio del aborto y la llamada "salud reproductiva" es la tercera "industria" más rentable del mundo, al mismo nivel que el narcotráfico y sólo precedida por el tráfico de armas y la pornografía.

También hay que denunciar la negligencia y cobardía de una parte de la clase médica y científica, que no se arriesga a perder su puesto de trabajo por estudiar y divulgar este tema.

-¿Qué importancia tiene en este sentido la primera terapia que se ofrecerá en septiembre?

- Pilar Gutiérrez: Muchísima, porque por primera vez en España, las mujeres que sufren esta profunda pena moral y psicológica van a poder saber lo que les pasa y recibir ayuda.

Por medio de la terapia que ofrecemos, que está dando excelentes resultados en muchos países desde hace años, las mujeres van a poder salir de la espiral descendente en la que están sumidas desde que abortaron y encontrar de nuevo la paz.

El problema del SPA es que las cientos de miles de mujeres que lo sufren no saben siquiera lo que les pasa y a qué se debe su sufrimiento. Es cómo si viviéramos todavía en la Edad Media cuando muchos enfermos no sabían de qué se morían.

Ahora, sin embargo, se trata de una ignorancia injustificada y culposa por parte de los responsables de la salud pública, pues hay muchos estudios epidemiológicos a nivel internacional publicados en prestigiosas revistas médicas y científicas sobre el SPA.

-¿Cree que si las mujeres fueran correctamente informadas disminuirían los abortos?

- Pilar Gutiérrez: Sin duda alguna, y los promotores del aborto lo saben. Por eso silencian y censuran los estudios sobre el SPA en los medios de comunicación que ellos controlan, pues es sabido que los grupos abortistas están financiados y respaldados por poderes económicos muy fuertes que controlan gobiernos y medios de comunicación.

Las mujeres, como todos, tenemos en cuenta los riesgos y contraindicaciones de los medicamentos que tomamos y las intervenciones quirúrgicas a las que nos sometemos, y nos lo pensaríamos muy mucho antes de exponernos a algo que seguramente nos destruiría la vida, como demuestran numerosos estudios internacionales.

-¿A qué atribuye el aumento de abortos entre adolescentes?

- Pilar Gutiérrez: Evidentemente a la promiscuidad promovida por los poderes públicos y mediáticos desde hace años, y al desconocimiento de las secuelas físicas y psíquicas del aborto por parte de los jóvenes y de toda la sociedad.

El otro factor de riesgo es, naturalmente, la edad, con la inmadurez y la irresponsabilidad que le es propia.

También la ignorancia y el egoísmo de muchos padres, que creyendo hacer un bien a sus hijas y quitarse ellos también un problema, crean otro mucho mayor que no saben siquiera de dónde proviene. Esos padres ven después cómo sus hijas se van hundiendo en todos los síntomas del SPA, y acaban perdiendo a las hijas que querían salvar de lo que creían la "amenaza", un pequeño niño.

A los padres queremos decirles lo que revelan los estudios que citamos en nuestra página web: que dar a luz a un hijo es una experiencia que produce madurez y salud física y mental, mientras el aborto aumenta el riesgo de problemas psicológicos y sociales, entre ellos seis veces más probabilidades de abuso de alcohol y drogas, e incapacidad de concentración en los estudios.

El aborto sale siempre muchísimo más caro que el parto. Entre otras cosas porque la vida humana no tiene precio, porque no está en venta, y quien la quita no termina nunca de pagar esa deuda; aunque gracias a nuestra terapia, podrá vivir en paz con ella.

Más información: www.nomassilencio.com


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